En la tercera fase, se realizan una serie de estudios con una influencia muy importante en la seguridad vial y que permiten definir la señalización e iluminación, realizar el estudio de visibilidad y disponer los elementos de carácter estético.
La señalización es uno de los factores con más incidencia en la frecuencia de accidentes. Los criterios para definirla dependen de las especificaciones de los responsables de la gestión de la red y se establecen en base al modo de funcionamiento que, como se ha comentado, para glorietas multicarril no es igual en todos los países.
Hawkins (2011) expone que es recomendable tener en cuenta la señalización durante el proceso de diseño y no sólo en la última fase de la redacción. La señalización debe reforzar los principios básicos de diseño mediante mensajes consistentes. Las bases de una buena señalización para el autor son: establecer las expectativas de los conductores, situar a los usuarios en el carril adecuado, identificar la prioridad y direccionar el movimiento de peatones y ciclistas. Los objetivos pueden diferenciarse por zonas:
- En las aproximaciones: situar a los conductores en el carril adecuado, advertir de la presencia de la glorieta y facilitar el tránsito de peatones.
- En las entradas: establecer el sistema de prioridad y la dirección de viaje.
- En la calzada anular: definir los tipos de movimientos y facilitar la salida.
- En las salidas: confirmar el destino deseado y establecer los itinerarios peatonales.
Avgoustis (2008) analiza las principales consideraciones sobre la señalización horizontal en glorietas comparando el estado de la práctica de Holanda, Reino Unido y Nueva Zelanda. El autor expone que es recomendable utilizar señalización horizontal en la calzada anular. El sistema recomendado es el denominado método “alberta” y que consiste en prolongar la línea central de separación de carriles a través de las salidas (ver imagen). En los accesos recomienda que se utilicen las flechas de carril para asistir al conductor a seleccionar el carril correcto.

Fuente: MF, 2012.
Los sistemas de contención son elementos cuya función es mitigar las consecuencias de un vehículo que pierde el control y sale de la vía. Están muy relacionados con el diseño de las márgenes. En las isletas no deben situarse objetos que puedan representar un obstáculo.
En cuanto a la iluminación, en general e independientemente del tipo de ambiente, es recomendable iluminar la glorieta. Aunque los costes suelen limitar la adopción de iluminación.
Urraca (2009) analiza las soluciones luminotécnicas para el diseño de glorietas. El autor propone dos sistemas fundamentales (ver imagen): iluminación periférica e iluminación central (con proyectores convencionales o proyectores asimétricos). Cada sistema presenta ventajas e inconvenientes. La iluminación de la glorieta debe extenderse a los accesos.


La glorieta representa una obstrucción física a la trayectoria del tráfico, luego es muy importante que exista una adecuada visibilidad. Desde cada acceso se deben valorar tres situaciones. La primera, de aproximación, establece un despeje necesario para poder percibir la glorieta con suficiente antelación. Se suele fijar desde un punto situado en el acceso a una distancia antes de la marca de detención igual a la necesaria para detenerse sin rebasarla. La segunda, de inserción, se refiere a un área mínima visible de la calzada anular y el acceso anterior desde un observador situado en la entrada. De esta forma el conductor puede elegir un hueco en la circulación para realizar la incorporación al anillo. La tercera, se refiere a la visibilidad de los pasos de peatones situados en el propio acceso antes de llegar a la calzada anular y en la siguiente salida.
Los elementos de carácter estético asociados a una glorieta están muy relacionados con las condiciones de visibilidad, el tipo de entorno y las velocidades que se van a desarrollar. El estudio de visibilidad resulta fundamental para las condiciones de seguridad de la intersección.
El área de la isleta central es muy proclive a la implantación de elementos de carácter estético y vegetación. Es deseable que se defina mediante una zona elevada ya que se mejoran las condiciones de reconocimiento de la intersección. Además se pueden obtener otras ventajas: se oculta las perspectiva del lado opuesto evitando confusiones y se ayuda a orientar a los conductores hacia el sentido de circulación correcto (MOPU, 1989).
Pero hay que tener en cuenta que un vehículo fuera de control puede rebasar este área. Por este motivo, el Departamento de Transportes del Estado de Wisconsin (EEUU) recomienda una elevación mínima de 1m y máxima de 1,8m y que, en cualquier caso, no se superen las pendientes de 6H:1V (WisDOT, 2008). Además, hay que considerar la conveniencia de no implantar objetos fijos.
Los accesos y el perímetro de la calzada anular también pueden aprovecharse para implantar vegetación, aunque se deben evitar árboles y otros elementos que puedan comprometer la seguridad ante una eventual salida de la calzada. Como en el caso de la isleta, estos elementos pueden ayudar a las condiciones de visibilidad y a definir los itinerarios ciclistas.
Fuentes:
AVGOUSTIS, A. (2008): Road Markings to Increase Roundabout Lane Utilization and Safety in Cyprus. Presented at National Roundabout Conference. TRB. Kansas City, Missouri. EEUU.
HAWKINS, H. (2011): Signing and Marking of Roundabouts. Presented at 3rd International Conference of Roundabout. TRB. Carmel, Indiana. EEUU.
MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS Y URBANISMO (MOPU) (1989): Recomendaciones sobre glorietas. Textos de la Dirección General de Carreteras. Madrid. España.
MINISTERIO DE FOMENTO (MF) (2012): Guía de Nudos Viarios. Dirección General de Carreteras. Madrid. España.
URRACA, J. (2009): Nudos de Carreteras. Capítulo 4. Asociación Española de la Carretera. Madrid. España.
WISCONSIN DEPARTMENT OF TRANSPORTATION (WisDOT) (2008). Roundabout Guide. Madison, EEUU.
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